jueves, 8 de octubre de 2009

EN MI BALCÓN


Estaba asomado al balcón y te vi. Eras increíble, el bamboleo de tus caderas iba al ritmo de mi corazón, pum, pum. Debiste oírlo porque me miraste y sonreíste. Se me cayó el mundo a los pies ¡Eras tan bonita! debiste leer mi pensamiento porque tus mejillas se sonrojaron. Yo no lo pensé y volví a llamar tu atención -¿Cómo he podido vivir tanto tiempo sin ti?- te reíste, me miraste y exclamaste ¡será porque hoy acabas de nacer! Desde aquel día, paso las horas muertas en el balcón, esperando tu bamboleo y recordando esa frase. Aquél día volví a nacer, al refugio de tu mirada.

Dedicado a todas las personas que se enamoraron una vez.

No hay comentarios: