Llevo todo el fin de semana pensando en ti, Hermano-Amigo Alberto, me hubiera encantado estar contigo en Madrid, pero no siempre se puede lo que uno quiere, pongo a continuación el mail que el SG mandó a toda la gente de la JOC. Espero que entre tanta oscuridad puedas ver la luz de la Esperanza y la Fe que ahora más que nunca hay que tener. Te quiero Hermano.
“… Y Dios va dando señales que no estamos sol@s en la despedida, el crucificado que te recuerda que en él podemos colgar nuestro dolor, la palabra que nos habla de unidad pero no solo entre nosotr@s, sino con los otr@s los que están con él, seguimos unid@s por los lazos del amor a través de Jesucristo con ell@s. Dios nos habla y hace falta sintonizar con él, hacer silencio exterior para que nos hable en el interior…” (Relatos de una despedida. Experiencia JOC Canarias)
Nunca es agradable despedir a nuestros seres queridos. Pero es real y a tod@s nos toca en determinados momentos asumir el dolor de una perdida. Como cristianos y seguidores del Resucitado solo podemos esperar, confiados en la resurrección, en donde tod@s seremos iguales, en donde hijos e hijas de Dios volveremos a encontrarnos.
Hasta ese momento podemos acompañar a los allegados desde la confianza, el respeto y el amor, algunos en persona, otros con nuestras oraciones y con la suerte de pertenecer a un movimiento que permanece unido y cercano, como una gran familia.
Hoy, desde el Secretariado General y recogiendo todos los sentimientos del resto de militantes, consiliarios e iniciación de la JOC, queremos ofrecerle nuestro cariño a Alberto y a toda su familia. Para que en la despedida a su madre sienta nuestra cercanía, apoyo y cariño.
Hagamos un hueco para el recuerdo agradecido y una oración de acción de gracias al Padre Dios. Un abrazo.
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